Alfredo Sanzol (Madrid, 1972) ha desarrollado casi toda su carrera teatral en dos campos: el de la escritura y el de la dirección de escena. Su texto En la luna, también dirigido por él en el madrileño Teatro de la Abadía y en el Teatre Lliure de Gràcia de Barcelona, le ha valido que el Jurado de la I Edición de los Premios Ceres de Teatro, presidido por la actriz Ángela Molina, decida otorgarle este galardón como Mejor Autor Teatral.
Se trata del primer Premio Ceres en esta categoría por ser la primera edición, una iniciativa de la dirección del Festival Internacional de Teatro Clásico de Mérida y el Gobierno de Extremadura con la que la capital extremeña, cuna del teatro, y esta disciplina artística a nivel nacional quedan absolutamente vinculadas. El Teatro Romano de Mérida es el espacio escénico con más capacidad de España, por lo que no existe un lugar más idóneo para albergar una entrega de premios del teatro español del último año. Será el 30 de agosto a las 22.30 horas.
En la luna fue un encargo explícito del Teatro de la Abadía, donde se pudo del 23 de noviembre de 2011 al 8 de enero de 2012. Más tarde, el espectáculo figuró en el cartel del Teatre Lliure de Gràcia de Barcelona, del 28 de marzo al 1 de abril del presente año 2012. La historia de En la luna se desarrolla en nuestro satélite con vistas a la Tierra en un espectáculo que se desarrolla a lo largo de 15 sketches. Con la extrañeza que le brinda la perspectiva del destierro a otro planeta, Sanzol plantea un viaje por sus recuerdos más tempranos, por su infancia, que es, al mismo tiempo, la infancia de la democracia española. Según él, hay recuerdos que quedan en el fondo de la memoria, en una zona oscura del cerebro, y reaparecen cuando menos te lo esperas, influyendo de manera insospechada en la vida de las personas. Con En la luna, Alfredo Sanzol ha intentado llegar hasta lo más profundo de esa memoria.
Algunas de las críticas sobre el texto y el montaje fueron: ?Corran a la Abadía: verán un espectáculo inteligente y sutil, que habla de todos nosotros, que divierte y emociona. Sanzol lo ha vuelto a conseguir: En la luna es la muestra suprema del teatro popular que no remasca sus intenciones y que jamás subestima a su público?. También se pudo leer que En la luna contenía ?escenas memorables? y que Alfredo Sanzol tiene ?una forma de trabajar con el humor, la ternura, el asombro, el disparate, la fantasía, la acidez y el ingenio surreal como elementos de un juego escénico personalísimo y fascinante, cuya aparente levedad aúna la profundidad del análisis social y el testimonio de la mirada propia?.
Alfredo Sanzol
Este escritor y director de escena madrileño se licenció en Derecho por la Universidad de Navarra y en Dirección de Escena por la RESAD. Su carrera en el mundo teatral comenzó a consolidarse en 1999. Desde entonces, ha caminado de manera armónica entre la escritura y la dirección de escena. En el 99 dirigió Como los griegos, de Steven Berkoff, y creó la compañía Producciones del Callao. En el 2000 escribió y dirigió Carrusel Palace y, al año siguiente, realizó esas dos mismas tareas con Cous Cous y Churros, uno de los espectáculos alternativos con más repercusión de 2001. En 2003 se encargó de escribir y dirigir Móviles y dio vida al texto Cada seis días hay un domingo. Al año siguiente, la escritura y dirección de la obra Calleidoscopio corrió de su cuenta, y en 2005 hizo lo mismo con Cómo levantar piedras sin hundirte en las aceras.
Fue ese año cuando Sanzol empezó a codearse con lo mejor del teatro nacional, ya que se posicionó como ayudante de dirección de Gerardo Vera en La voz humana, que se representó en el Teatro de la Zarzuela de Madrid. Esa labor junto a Vera continuó en 2006 con el espectáculo Divinas palabras, del Centro Dramático Nacional, y al año siguiente con Un enemigo del pueblo, también del CDN. En 2006 también escribió y dirigió la primera parte de una trilogía, Risas y destrucción, cuya segunda entrega, Sí, pero no lo soy, se estrenó en 2008 en el CDN. Esta fue la primera obra escrita y dirigida por él en este espacio. La trilogía se completó con Días estupendos, por la que ha obtenido el Premio Max en su pasada edición al Mejor Autor Teatral en Castellano.