La 58 edición del Festival Internacional de Teatro Clásico de Mérida entra esta semana en su recta final con el penúltimo espectáculo de su programación: ?Bacantes? de Eurípides, que se estrenará el jueves y estará en cartel hasta el domingo 19.
La versión que se presentará en el teatro romano de Mérida, dirigida y adaptada por Carlos Álvarez Ossorio, realizará un paralelismo entre los rituales dionisiacos, núcleo de la tragedia de Eurípides, con las fiestas ?rave? contemporáneas en las que la música electrónica ejerce de nexo entre sus asistentes. ?Nosotros asemejamos el poder de la música con la influencia de Dioniso, es la voz musical del dios, y la utilizamos como elemento de catarsis, que coloca a las personas en una especie de trance y las transforma, como ocurre hoy en las fiestas rave?, explica Álvarez Ossorio.
Así este montaje sobre la tragedia que acontece en la ciudad de Tebas y a sus ciudadanos tras el regreso de Dioniso, que simboliza la lucha entre la razón y el instinto en que se debate la condición humana, o la civilización y el desorden, en el caso de las sociedades y Estados, tendrá en esta visión actualizada como protagonista e hilo conductor la música electrónica. Y será el reconocido compositor y dj británico Matthew Herbert quien la hará sonar en directo durante el espectáculo, con apoyo además de proyecciones de vídeos.
El madrileño Críspulo Cabezas en el papel de Dioniso y los extremeños Domingo Cruz (Penteo) y Paca Velardiez (Ágave) compartirán el peso actoral de esta historia que se representa en el escenario emeritense por quinta vez desde 1933 y que pondrá el foco de atención ?en las víctimas de los conflictos y de los poderosos?, detalla el director.
Los tres actores principales del montaje ya han pasado con anterioridad por el Festival de Mérida. Críspulo Cabezas lo hizo en 2009 en un papel doble de Polinices y Hemón en ?Edipo, una trilogía?, Paca Velardiez en 2003 en ?La Paz? de Aristófanes y Domingo Cruz en 2006 con ?Viriato rey?.
?Bacantes? es una coproducción del Festival Internacional de Teatro Clásico de Mérida y la compañía extremeña El Desván Teatro.