“Los gemelos” es una de las comedias de Plauto de mayor éxito e influencia, es el más significativo ejemplo de comedia de equívocos de toda su producción, ya que son precisamente las confusiones provocadas por el extraordinario parecido de dos hermanos gemelos el verdadero y único motor de la acción que en ella se desarrolla. Por lo demás, destaca desde el primer momento la cuidada estructura de esta comedia. Si a esto unimos la abundancia de efectos cómicos y la riqueza de partes líricas, comprenderemos enseguida la alta estima en que generalmente ha sido tenida.
SINOPSIS
A su paso por la ciudad de Emérita, se encuentran casualmente dos amigos. Cepillo y Melindre. Hace tiempo que no se ven. Después de saludarse se preguntan por sus asuntos. Entre uno y otro, a modo de prólogo, ponen en antecedentes al público. La historia que cuentan los dos criados es la siguiente: Vivía en Siracusa cierto mercader, padre de dos hijos gemelos. En cierta ocasión, cuando los niños apenas habían cumplido los 8 años, el padre precisa de ir a Tarento por cuestiones de negocios y se lleva a uno de sus hijos, al que tiene su mismo nombre, Marco. La madre queda en Siracusa a cargo del otro niño, llamado Petronio. En el mercado de Tarento, el niño, entre la muchedumbre, se pierde. El padre se vuelve loco buscando sin encontrarlo. El niño había sido raptado por un viejo mercader que lo llevó a su casa, en Emérita, donde le daría tratamiento de hijo. Mientras, el padre, desesperado, enferma de dolor y muere.
La esposa, en Siracusa, en memoria de su marido muerto y de su hijo desaparecido, cambia el nombre de su hijo por el de Marco. Así, los dos niños pasan a tener, sin saberlo, una apariencia común y un mismo nombre. Transcurren años. Y mientras que el Marco de Emérita pasa una vida disoluta sin acordarse de su familia de origen, el Marco de Siracusa, que vivía junto a su madre, cuando ésta murió, dedica parte de su herencia a buscar al hermano desaparecido. Y así es como un día llega a Emérita. Donde empieza y se desarrolla el gran lío.
“Los gemelos” es el más significativo ejemplo de comedia de equívocos de toda la producción de Plauto.