Al Este del cante: Arcángel y Las Nuevas Voces Búlgaras
El afán investigador y dar rienda suelta a la imaginación y la inquietud son los motores que han impulsado este nuevo proyecto junto a las Voces Búlgaras que Arcángel emprende con ilusión. Una colaboración que ha sucedido ya en ocasiones y de modo esporádico sobre distintos escenarios alrededor del mundo, pero que en esta nueva etapa incluye nuevo repertorio, nuevas estéticas y nuevos acercamientos a un lugar común que incluye ese equilibrio complejo y trabajado entre dos músicas tradicionales de gran peso específico.
En el horizonte se atisban dos objetivos principales: de un lado conseguir un diálogo natural y profundo entre dos géneros musicales a priori alejados como la música tradicional búlgara y el flamenco. Lejanos, pero al mismo tiempo muy unidos en sus formas de expresión ya que ambas músicas están fundamentadas en un viaje que parte de lo primitivo a lo actual, en el intento de que las estructuras fijas en la que se sustentan tengan la capacidad de ser dúctiles y adaptables a corrientes más contemporáneas. Por otro lado, está la meta de superar con solvencia el reto que siempre me impongo, en todos y cada uno de mis conciertos: el de crear un ambiente propicio para que cada ocasión sea para el espectador una experiencia única.
Ana Moura
Ana ha surgido como una de las principales representantes del fado tradicional, al mismo tiempo que el venerado género ha disfrutado de un nuevo auge de popularidad. La relación profesional que la cantante tiene con el compositor, productor, arreglista y guitarrista Jorge Fernando le ha ayudado a Ana a estimular sus desarrollos artísticos y la ha provisto de un repertorio musical fascinante. “Hoy”, explica Ana, “hay una nueva generación cuyas letras de sus canciones están relacionadas con nuestro tiempo. Hay también algunas canciones antiguas de fado que nosotros, los jóvenes cantantes, no podemos interpretar, ya que las letras son acerca de temas y épocas con las cuales nosotros no nos identificamos. No lo sentimos propio y el fado es básicamente sentimiento.
Debemos sentir lo que cantamos, y hay muchos fados antiguos que no pertenecen a nuestra generación. Los cantantes más jóvenes utilizan letras de canciones que retratan la actualidad, por lo que los jóvenes se han vuelto a interesar por esta música de nuevo”.