La ambición del hombre y las pasiones de la mujer, detonante de las tragedias

Las pasiones que arrastran a los hombres y mujeres son las culpables de las tragedias clásicas, pero el papel que se les atribuye en ellas a hombres y mujeres difiere: los hombres son arrastrados por el poder, la tiranía o la ambición; mientras que las mujeres se ven empujadas por pasiones amorosas y de celos.

Esos son los principales detonantes de las tragedias griegas como Medea, Fedra, Agamenón, Electra?, según expuso ayer la profesora de Filología Latina de la Universidad de Extremadura María Luisa Harto en una nueva jornada del ?Encuentro con los clásicos? del Festival de Mérida.

Su conferencia ?Culpa y delito en la tragedia clásica? abordó ambos conceptos distinguiendo entre las ofensas morales cometidas contra los dioses y hombres (ley natural o divina), y los delitos cometidos con la justicia (ley civil o humana).

?Normalmente, estas ofensas y culpas originan venganzas terribles que arrastran a su vez a los protagonistas, generando una serie de sagas familiares marcadas por las culpas, los remordimientos y las venganzas?, explicó Harto, quien analizó los culpables, las pasiones y las acciones que se desencadenan en la tragedia de Electra de Eurípides que se estrena hoy.

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Festival Internacional de Teatro Clásico de Mérida

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