Nueva Ciudad y La Antigua acogerán dos representaciones teatrales el 7 y 8 de julio de ?Edipo y los Labdácidas: ¡Qué familia!? producida por TAPTC? Teatro y el Festival
El Festival Internacional de Teatro Clásico de Mérida sale este año del centro del casco urbano de Mérida y tendrá presencia por primera vez en dos barriadas de la ciudad: Nueva Ciudad y La Antigua.
Ambas barriadas acogerán la representación teatral de Edipo y los Labdácidas, ¡qué familia! producida por TAPTC? Teatro y el Festival de Mérida. El 7 de julio se representará en Nueva Ciudad, a las 21.00 en el anfiteatro del Parque de la Avenida Antonio Campos Hoyos, y el 8 de julio, a la misma hora, será en las traseras de la ermita de La Antigua.
El director del Festival de Mérida, Jesús Cimarro, asegura que esta iniciativa, que ha partido del Ayuntamiento de Mérida, acerca aún más el Festival y la cultura, concretamente la cultura grecolatina y el teatro, a los ciudadanos y a todos los públicos, una tarea en la que se trabaja desde que él asumió la dirección del Festival en 2012 con el diseño de una programación al alcance de todos, independientemente de la edad, el nivel económico o cultural. ?Queremos que todos los vecinos de Mérida sean partícipes de este Festival y que lo sientan como algo suyo?, asegura Cimarro-
El espectáculo que llega este año por primera vez a los barrios se basa en las tragedias de Edipo Rey, Edipo en Colono y Antígona, de Sófocles, y Los siete contra Tebas, de Esquilo. También en las teorías que se han escrito en torno a ellas, y en los relatos mitológicos en los que están sustentadas
Tres intérpretes darán vida a la fábula, abandonando los modos convencionales del diálogo y el monólogo y se adentran en el divertido y provocador y renovador terreno contemporáneo.
En clave de humor, se presenta la más que interesante vida de Edipo y su familia: Zeus raptó a Europa. Su hermano Cadmo recibe como recompensa la importante ciudad griega de Tbas. Su nieto Lábdaco, el cojo, da nombre a la estirpe. Edipo, nieto de Lábdaco, es herdero de la maldición que pesa sobre su padre Layo, y a su vez, él mismo está maldito. Sus hijos, nacidos de su unión con Yocasta, su madre, están doblemente malditos, y nunca debieron haber nacido. Yocasta se casa con su hijo. Creonte, hermano de Yocasta, provoca los suicidios de su hijo y de su esposa.