El director, Jesús Cimarro, entregó una escultura conmemorativa al bailarín, que anuncia su retirada con ‘Antígona’
El espectáculo del Víctor Ullate Ballet, estrenado ayer en la 65 Edición del Festival, se representará hasta el domingo en el Teatro Romano
La 65 edición del Festival Internacional de Teatro Clásico de Mérida rindió ayer homenaje a Víctor Ullate por los 30 años de su compañía de danza. En un sencillo pero emotivo acto, ante el presidente de la Junta de Extremadura, Guillermo Fernández Vara y tras el estreno de Antígona, el espectáculo con el que el coreógrafo pone fin a su carrera, Jesús Cimarro, director del Festival y Pedro Blanco, gerente del Consorcio del mismo, hicieron entrega a Ullate de una escultura del clípeo, emblema del Festival de Mérida, elaborado por el estudio Terracota.
Víctor Ullate, estrella internacional de la danza, fundó su propia compañía en 1988 primera compañía privada española de nivel internacional. En estos 30 años, el Víctor Ullate Ballet ha dado la vuelta al mundo con sus giras y su repertorio, que abarca todas las facetas del ballet, y ha obtenido numerosos galardones, entre ellos, el Premio Nacional de Danza, la Medalla de Oro de las Bellas Artes, el Premio MAX de Honor y la Medalla de Oro al Mérito en el Trabajo.
Esta compañía, que además cuenta con escuela propia, cantera de futuros profesionales, se incorporó en 2017 al del marco jurídico y legal de la Fundación Víctor Ullate, creada en el año 2000 con un claro objeto social de difundir y preservar la Danza como uno de los valores fundamentales de nuestro Patrimonio Cultural, no sólo a nivel nacional, sino también internacionalmente.
Jesús Cimarro, director de las últimas 8 ediciones del Festival, destacó el valor que tiene que Ullate “fundase una compañía de danza desde la iniciativa privada” y le agradeció que aceptase su invitación para estrenar en Mérida el espectáculo con el que pone fin a su carrera.
Por su parte, un emocionado Ullate, agradeció el reconocimiento, que compartió con su pareja y mano derecha Eduardo Lao, y aseguró que, si no hubiera sido por el empeño personal del director del Festival, el estreno de Antígona no hubiera sido posible.
Hasta el domingo, en el Teatro Romano
Antígona, una de las tragedias míticas de la cultura grecolatina y más representadas en el Teatro Romano de Mérida, ha vuelto al Festival Internacional de Teatro Clásico de Mérida y lo ha hecho bailando. Víctor Ullate ha llevado a la danza este drama creado por Sófocles para la edición número 65 del Festival que se estrenó ayer viernes y estará en cartel hasta el domingo.
Antígona, representada por primera vez en el año 441 antes de Cristo, se muestra en esta coproducción del Festival de Mérida y el Víctor Ullate Ballet como una obra actual e impactante que deja en evidencia la atemporalidad de la naturaleza humana, que habla sobre los sentimientos tan antiguos como la Humanidad misma.
Antígona encarna el conflicto entre la conciencia y la obediencia. Es la historia de la hija del Rey Edipo, una joven que decide enterrar a su hermano, muerto en batalla por el control de Tebas. La mujer realiza las honras fúnebres al cadáver, pese a que el nuevo Rey de la ciudad ha ordenado no hacerlo. Es ese rigor intransigente con el que actúa, convencida de que está haciendo lo correcto, lo que convierte a Antígona en una de las figuras teatrales más famosas de la historia.
“Principalmente inspirados por el conflicto de cada figura, confiamos en el poder de la danza que, como ninguna otra forma de arte, permite abrir la entrada a las esferas de las emociones universales”, así explica el maestro Ullate la esencia de esta producción cuya dirección y coreografía comparte con Eduardo Lao. “Es una Antígona con mucha fuerza y espero que diferente a las que se han podido ver con anterioridad en el Teatro Romano de Mérida”, asegura Ullate.
Lucía Lacarra y Josué Ullate son los protagonistas de esta versión libre de la obra original de Sófocles. Ella en el papel de Antígona y él en el de Hemón, hijo del actual rey de Tebas y prometido de Antígona. La química entre ambos bailarines hace de esta interpretación una verdadera obra de arte que no dejará a nadie indiferente. La bailarina Laura Rosillo sustituirá a Lucía Lacarra el domingo en el papel de Antígona.