El Festival Internacional de Teatro Clásico de Mérida abrió en 2017 su cuarta extensión en la ciudad romana de Cáparra, el primer escenario del certamen que vió la luz en la provincia de Cáceres. A esta extensión se suman las ya existentes en Medellín, Regina y Madrid.
A pocos kilómetros de la ciudad cacereña de Plasencia, en el término de Oliva, nos encontramos con el cautivador yacimiento de Cáparra. Una ciudad que bajo el dominio de Roma llegaría a convertirse en un importante nudo de comunicaciones en el eje norte-sur entre Augusta Emerita (Mérida) y Asturica Augusta (Astorga) que forma la Vía de la Plata. Esta situación estratégica le aseguró un lugar preferente entre los municipios romanos de la Lusitania, impulsando su desarrollo y su paulatina monumentalización, de la que dan fe los numerosos restos arqueológicos.