Archive for julio, 2013

Concha Velasco pondrá cuerpo y voz a la vengativa y vieja ‘Hécuba’ en Mérida

Posted on: julio 19th, 2013

La gran actriz Concha Velasco se meterá en la piel de la vengativa y anciana Hécubaen la primera representación íntegra que se hará de esta tragedia de Eurípides en España y que se estrenará el 1 de agosto en el 59 Festival Internacional de Teatro Clásico de Mérida.  Concha Velasco afronta este papel como “un reto” y reconoce que con Hécuba encara uno de los papeles “más importantes” de su carrera después de Teresa de Jesús. 

La obra está dirigida por José Carlos Plaza, autor también de la escenografía, y ha sido adaptada por el dramaturgo Juan Mayorga, quien ha dibujado a Hécuba como la gran vengadora que se erige en acusadora, juez y verdugo.

El espectáculo estará en cartel hasta el 11 de agosto con un amplio reparto que completan otros diez actores, entre ellos José Pedro Carrión, Juan Gea o María Isasi, y catorce figurantes. 

La mujer ejercía de vínculo entre el hombre y los dioses en la época clásica

Posted on: julio 19th, 2013

El ciclo de conferencias Encuentro con los clásicos que ofrece la Programación Offdel Festival de Mérida dedica su penúltima sesión hoy al papel religioso de la mujerateniense. El catedrático de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Extremadura, Julio Gómez Santa Cruz, presenta un análisis del protagonismo de las féminas en la religión helénica constatando su “activa” presencia en los ritos de culto privados y públicos en las grandes festividades. Además, destaca como ejemplo la “jocosidad” que se le atribuye al género femenino en Las Tesmoforias de Aristófanes.

La religión helénica proporcionaba a la mujer una relevancia singular “a la vez que cierta independencia del género masculino” por el potencial biológico atribuido por su propia naturaleza, asociado a todas las formas primitivas de la vida religiosa. “Por su propia condición natural recaía sobre la mujer el sagrado vínculo entre los hombres y los dioses”, explica el catedrático.

Este protagonismo se constataba en las ceremonias de culto privado, en relación con los rituales inherentes a los nacimientos y a la muerte, y en las ceremonias de culto público, festividades directamente vinculadas al funcionamiento de la polis, como las fiestas Panateneas, Dionisiacas, los Misterios de Eleusis y Las Tesmoforias. Estas celebraciones eran de carácter agrícola y estaban relacionadas con la diosa Deméter y su hija Perséfone, “las dos diosas”. Deméter, además de favorecer la fertilidad del suelo cultivado por su divinidad en la agricultura, garantizaba la fecundidad de la mujer, hechos que la convirtieron en “una diosa clave en la religión griega”.

Gómez Santa Cruz apunta la comedia de Aristófanes, Las Tesmoforias, por la perspectiva “jocosa” que ofrece del protagonismo femenino. Esta comedia relata la celebración de un festival reservado exclusivamente para mujeres casadas que estaba delimitado por rituales secretos que sacralizaban sus costumbres privadas, “en especial las relacionadas con la vida matrimonial”.  En la época clásica, el objetivo de este festival consistía en la adoración de las diosas Deméter y Perséfone a fin de promover la fertilidad. Para venerarlas, celebraban rituales a lo largo de tres días durante los cuales las mujeres guardaban abstinencia sexual y ayunos, tomaban baños purificadores y entonaban himnos entre danzas y procesiones para promover la fecundidad del trigo recién sembrado y asegurar la suya propia. “Poco más se sabe sobre estas ceremonias pues los ritos que rodeaban a estas restrictivas ceremonias religiosas eran celosamente guardados por sus celebrantes”.

«Hécuba»

Posted on: julio 19th, 2013

‘Hécuba’ vivió su eclosión en teatro en el siglo XX, al producirse una crítica generalizada a la guerra y sus desastres

Posted on: julio 18th, 2013

El ciclo de conferencias Encuentro con los clásicos que ofrece la Programación Off del Festival de Mérida en el Museo Nacional de Arte Romano acoge esta tarde la exposición de María Luisa Harto, catedrática de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Extremadura. En su charla, la ponente hace un repaso a las versiones posteriores a la Hécuba firmada por Eurípides y la intención de este por “mostrar el sufrimiento causado a mujeres y niños con prácticas violentas”. La ponente asegura que “no todas las épocas eran propicias para esta representación” al considerar el período renacentista como el menos “propicio” para versionar el texto original alegando motivos religiosos y estéticos que constituyen un clima de venganza “excesivo”.

Las Troyanas de Séneca, de origen latino, comparte tema y protagonistas con Hécuba deEurípides, tragedia griega. En ambos textos, el dolor originado por la guerra de Troya se centra en el personaje principal, “que ve desaparecer todo su mundo y sus seres queridos”, pero mientras que en el primero Hécuba solo sufre por la muerte de su hija, Políxena, y su nieto, Astianacte, en el segundo también soporta el asesinato de su otro hijo a manos de Polímestor, encargado de protegerlo. Es la noticia de esta muerte lo que despierta “la ira y la venganza por la infracción de una ley sagrada entre los griegos, la hospitalidad”. En esta situación, Hécuba mata a Polímestor como señal de una venganza que ha sido considerada “excesiva” a lo largo de la historia, motivo por lo que este texto no se ha reescrito en numerosas ocasiones.

A pesar de que se conservan algunas versiones del Renacimiento, como la castellana de Hernán Pérez de Oliva, Hécuba triste, este período no se caracteriza por recoger muchas ediciones de la tragedia. Razones religiosas, como que “la madre sufridora hasta el extremo y vengadora de la muerte de su hijo no era el prototipo de heroína que ofrecer al espectador”, y estéticas, como la incomodidad que suponía para el público o los lectores presentar numerosos cadáveres de niños y jóvenes en escena, convirtieron el contexto como el menos “propicio” para su reescritura.

“Habrá que llegar al siglo XX para que, con la generalización de la crítica contra la guerra y sus desastres, este tipo de tragedias ocupen de nuevo las escenas de nuestros teatros”, comenta Harto. Esta reincorporación no altera el núcleo de sus tragedias, centradas en el sufrimiento de las mujeres y los niños y “no tanto en los sucesos de la guerra como en sus consecuencias”.

El asno de Oro. Encuentro con la prensa

Posted on: julio 18th, 2013

Los inicios del culto imperial, a examen en el ciclo de conferencias del Festival

Posted on: julio 17th, 2013

El ciclo de conferencias Encuentro con los clásicos que presenta la 59 edición del Festival de Mérida dentro de su Programación Off aborda hoy en su quinta jornada Los inicios del culto imperial: César y Augusto, que estará a cargo del director del Museo Nacional de Arte Romano (MNAR), José María Álvarez, quien trazará un paisaje del comienzo de esta veneración en la Península Ibérica y su evolución en el tiempo.

Para ello, parte del análisis de varios emperadores “republicanos” anteriores que permiten asentar testimonios “de este incipiente culto no oficializado, pero sí consentido” de los períodoscesariano y augusteo.

“El elemento hispano estaba acostumbrado a rendir culto al jefe, tanto en el área ibérica como en la céltica, sobre todo a la hora del fallecimiento del caudillo”, sostiene Álvarez. Pero a pesar de esta predisposición que benefició a diversos emperadores republicanos con ciertos homenajes y  adoraciones incipientes por sus victorias y “hechos gloriosos”, fue Julio César el que inició el camino del culto imperial, “con fundamento en sus triunfos y en su relación con lo divino a través de la antecesora de la familia de los Julio, Venus Genetrix”.

El director apunta la construcción de altares y templos en honor a Augusto a raíz de su victoria en Actium como el origen de estas veneraciones. Según explica, este homenaje nació debido a la iniciativa particular y municipal desencadenada por los dirigentes de las ciudades, pero nunca se oficializó.

“Augusto tuvo que usar grandes dotes de prudencia ante el ejemplo de su tío, asesinado, entre otras razones, por considerarse un ser divino”, por lo que nunca aceptó este tipo de rituales en Roma. A pesar de ello, el emperador romano impulsó el culto a su antecesor provocando que años más tardes se reconociese su propia divinidad. “Recibió a una embajada de la Bética compuesta de notables que pretendían obtener su permiso para levantar un templo en recuerdo de Augusto y, bien interesado, aceptó como preparación de su propia glorificación”. Estas construcciones se hicieron más notables en Oriente, mientras que los dignatarios de Occidente se condujeron con mayor prudencia.

Este culto se celebraba en lugares públicos, como los templos, y de espectáculo, entre los que sobresalían los teatros. Estaban presididos por sacerdotes y sacerdotisas específicos que recibieron los nombres de “flamines  y flaminicae y augustales”, entre otros. El repertorio de actos recogía ofrendas a los miembros fallecidos, “a los divi y divae”, entre las que se registran ceremonias de recuerdo y piedad, y prácticas de homenaje, respeto y deseos de salud para los vivos reinantes. Estos ejercicios político-religiosos evolucionan a lo largo del Principado, desde “una situación de sencillez y prudencia hasta una eclosión con diversas manifestaciones como el culto municipal, conventual y provincial”.

Además, Álvarez señala algunas evidencias de las últimas investigaciones y hallazgos, entre las que distingue el Congreso celebrado en Mérida en mayo de 2006, organizado por la doctora Nogales Basarrate, del que se editó una publicación al año siguiente, considerado “la obra más completa para valorar la importancia de esta manifestación”.

Representaciones teatrales en el Templo de Diana. RUDENS de Plauto.

Posted on: julio 17th, 2013

El asno de Oro. Pase gráfico

Posted on: julio 17th, 2013

‘El Brujo’ se mete en la piel de un hombre atrapado en el cuerpo de un asno para reflexionar con mucho humor sobre la corrupción y la decadencia

Posted on: julio 16th, 2013

Rafael Álvarez El Brujo dirige, adapta e interpreta por primera vez en todo el mundoEl Asno de Oro, que se estrena el miércoles en el 59 Festival Internacional de Teatro Clásico de Mérida. Se trata de la excéntrica historia novelada de un hombre atrapado en el cuerpo de un burro que escribió Lucio Apuleyo en el siglo II d. C. y que sirve al director y actor cordobés para hacer una lectura del pasado y presente, una reflexión sobre la corrupción y la decadencia de las sociedades, con el humor y la ironía que le caracterizan.

Como ya hiciera el año pasado con La Odisea, El Brujo continúa explorando con El Asno de oro la línea de trabajo de sus últimos montajes basada en el ‘actor solista’, tradición europea que se remonta a los juglares antiguos y cuyo exponente más prestigioso es el premio nobel Dario Fo. En el caso de El Asno de oro, el uso de este estilo interpretativo  tiene una mayor razón de ser, ya que el propio Lucio Apuleyo, considerado el precursor de la novela en Roma, ejerció de orador ambulante.

El Asno de oro mantiene por lo tanto ese sello personal que ha caracterizado espectáculos como la misma La OdiseaEl Lazarillo de TormesEl Quijote El Evangelio de San Juan. Sobre la base de un referente clásico, en esta ocasión nunca llevado a escena con anterioridad, Rafael Álvarez El Brujo ofrece al público una lectura renovada de los mismos motivos antiguos, tratando de extraer los valores universalescontenidos en ellos y los significados de la obra.

Mérida, en el argumento

En esta primera adaptación teatral de la novela de Apuleyo, El Brujo ha “sintetizado” de forma “comprensible” todos los episodios que concentra la obra, que es “muy diversificada y que encadena muchas historias dentro unas de otras”, explica el intérprete.

Destaca además que es una adaptación realizada específicamente para Mérida y que la ciudad, su Teatro Romano, adquiere un papel protagonista en el argumento y desarrollo de la historia.

El humor, acompañado de mímica y sonido, vuelve a ser el hilo conductor del peregrinaje y las desventuras de este excéntrico personaje al que da vida Rafael Álvarez El Brujo, pero este resalta el “trasfondo” que encierra la hilaridad de la historia: una reflexión sobre la corrupción y la decadencia de la sociedad. “Se dice en la obra: la corrupción de los mejores, de las élites, es la peor de las corrupciones”, apunta el director e intérprete.

La sinopsis de la obra es simple: el protagonista, Lucio, convertido en un asno tras ingerir una supuesta y errónea pócima de amor, vive con su alma humana en el interior de un cuerpo animal durante un tiempo hasta recobrar su forma y “dignidad” humana con la luz de un nuevo nacimiento. “Es una historia de caída y de redención, de crisis y conversión, de regeneración espiritual y cívica”, explica El Brujo.

Es escena, el relato se verá apoyado por la música en directo de la percusión (Daniel Suárez Sena), saxo (Julián Martínez), violín y teclado (Javier Alejano).

El Asno de oro es una coproducción del Festival Internacional de Teatro Clásico de Mérida y Producciones Bakty. 

El asno de Oro. Rueda de prensa

Posted on: julio 16th, 2013
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Festival Internacional de Teatro Clásico de Mérida

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